95 - Vamos a divertirnos.
KERIANNE BACAB.
Mi cuero cabelludo, dolía intensamente. El golpe que recibí en mi rostro, fue la detonante, para hacerme ver estrellas. Todo me daba vueltas.
— Yo debía ser un Bacab. Yo debía ser el heredero de todo lo que posees; no tú. Una joven que huyó de sus responsabilidades, detrás de un hombre que te había dejado a merced de su familia, y constantes humillaciones — vociferó —. Acabaré contigo y toda tú familia.
— Mis padres quisieron adoptarte, pero otra familia se interesó en ti — musité —. Reclámales a ellos lo que pasó.
— Ellos debían luchar por mí. Eso hacen los padres — gritó.
— Y lo hicieron. Las personas que adoptaron, por eso lograron llevarte — grité más fuerte.
Sorprendiéndolo.
— Mientes — respondió, sacando una jeringa, e inyectándome en el cuello con brusquedad —, pero ahora lo pagarás.
No sé qué pasó. Lo último que logré ver, fue como levantaron a Arturo como si fuese un costal de papas, y lo llevaron fuera de la tienda.
No sé cuántas horas estuve inconsci