Kael
El palacio de Aleksandr es un lugar donde el tiempo parece detenerse. Cada pasillo que cruzamos es una antigua reliquia, una pieza de la historia del vampiro que nos guía en este lugar olvidado de los vivos. Las paredes, adornadas con tapices antiguos, cuentan historias de batallas y sangre derramada, leyendas de criaturas mitológicas perdidas en la bruma del tiempo. Es en este lugar donde hemos sido traídos, en este lugar que se erige como un monstruo que espera pacientemente ser despertado.
Pero es Yvi quien lo domina todo. Ella es nuestra luz y nuestra oscuridad, nuestra debilidad y nuestra fuerza. No hay uno solo de nosotros que no esté dispuesto a sacrificarlo todo por ella, a arriesgarlo todo, incluso nuestras almas. Quizás eso nos haga locos, seres perdidos, pero así es. Y en este silencio abrumador, sé que esta guerra silenciosa que todos libramos es más que una simple cuestión de territorio o de poder. Es mucho más profunda. Es una cuestión de existencia. Es la cuestión