Hendrik miraba impaciente por la ventana, consciente de que habían perseguido a Freya y Sasha. Tenía que ver a Freya para asegurarse de que estaba bien. Ahora más que nunca, estaba seguro de que se había enamorado de ella. El miedo a perderla y toda esa angustia eran solo una confirmación.
Hendrik vio acercarse el coche de Freya y fue inmediatamente a su encuentro. Vio a Freya salir del coche, pálida como un fantasma. Rápidamente se acercó a ella y la abrazó. "¿Estás bien? ¿Estás herida?" Freya respiró hondo antes de responder. "Estoy bien, solo me sentí mal por la persecución. Tomaré una medicina y estaré bien". Aunque ella lo confirmó, la expresión de Hendrik seguía preocupada. "Creo que voy a subir, ducharme y tomar medicamentos para el mareo. Pronto me sentiré mejor. Solo necesito ir a buscar mis cosas". Freya estaba a punto de coger su maleta, pero Hendrik la sujetó del brazo, le hizo un gesto a uno de los guardias de seguridad y le pidió que la bajara del coche. Freya no vio la