La mayoría de las jóvenes que estaban en Bariloche, festejando en ese viaje que próximamente egresaban, ya era mayor de edad y se sentían libres de hacer lo que quisieran, la macana es que muchas lo hacían estando ebrias y varias terminaban embarazadas, sin saber quién era el padre.
Nunca pensó una cosa así y en cómo el libertinaje que vivían los chicos en Bariloche, era muy perjudicial, para un porcentaje no tan bajo.
Mira a su bella acompañante y quiere saber cómo se sintió al tener su primera vez.
No sabe que lo lleva a ser tan caballero y casi protector.
Debe ser porque no es una desconocida, piensa.
-¿Estuviste cómoda?
-Sí, salvo cuando te diste cuenta que era virgen, parecía que me querías matar o echar de tu cama.
-Te juro que lo pensé, las dos cosas.
Contesta con una sexi sonrisa.
-¿Y ahora querés que me vaya?
Esta chica está loca, pensó Sebastián.
-¿Ahora qué ya no sos virgen? Ni loco, ahora te toca disfrutar y a mí, me toca darte todo el placer y recibirlo, aunque te confies