Juan Pablo llegó a la ciudad y visitó a su mamá quien sabía que sus hijos tenían diferencias pero no preguntó detalles, tampoco se interesó en el tema ya que como adultos y hermanos deberían resolver cualquier tipo de inconvenientes.
María José se encontraba en su jardín cuando una de las empleadas le notificó: - Sra. El joven Juan Pablo acaba de llegar.
María José mientras se llevaba la taza de té a su boca, asintió con la cabeza y esa fue la señal para que la empleada llevara hasta el jardín a su hijo.
- Por fin te acuerdas que tienes madre, dijo la mujer muy molesta.
- Mamá nunca te he desatendido pero prometo llamar seguido. Mientras le daba un dulce beso en la frente.
- ¿Todo está bien hijo?
- No, nada en mi vida está bien. Pero no te preocupes estoy trabajando en ello. ¿Marcos está en casa?
- Sí ese mocoso debe estar en su habitación, insistiré en que busque trabajo.
- Mamá iré a verlo, quiero hablar con él y luego paso a verte.
- Está bien hijo, estás en tu casa.
Juan Pablo ca