Alyssa
A lo largo de mi vida había escuchado que somos lo que hacemos, pero, ahora que veía como mi vida cambiaba tan repentinamente no podia dar credito a aquello. ¿Y si no estaba haciendo las cosas bien? ¿Y si en realidad me estaba equivocando? La vida es fugaz, hay que vivirla al máximo, o eso dice la mayoría de la gente. Pero, en realidad, yo no me veía en diez años trabajando en la empresa de mi padre, ni siquiera en mi propia empresa.
Quería viajar, salir, conocer la otra cara del mundo. Eso en realidad sería maravilloso. Los sueños dejan de ser sueños y se convierten en realidad solo si trabajas en ello. Es lo que me dice mi madre todo el tiempo.
Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir sus cálidos labios besarme el cuello. Mi cuerpo se tensó, mi piel se erizó y de pronto, me sentí muy nerviosa.
Aunque los nervios no evitaron que pudiese devolverle el beso. Sentí que sería algo sensual, pero en realidad no tenía idea de si eso era lo correcto. Me sentí mucho más confiada