Capítulo 45. La madrugada del engaño.

Él la sostuvo con fuerza, y por un momento ella creyó que el tiempo no existía.

-- ¿Estas segura? – preguntó al fin, después de que sus labios se separan para que pudieran respirar.

-- Lo estoy – susurró asintiendo, y asi Emiliano la levantó en sus brazos, con una delicadeza como de quien esta cargando la cosa más preciada de su existencia. Caminó con ella en brazos, subió las escaleras tan rápido como pudo, llegó a su habitación y la deposito con sumo cuidado sobre la cama.

-- Mariana – susurró mientras volvía a besar sus labios.

Los brazos de ella se elevaron hasta su cabello, Mariana se dejo tocar, dejó que el hombre que estaba sobre ella la conociera por completo.

Emiliano pasó sus manos por cada rincón del cuerpo de su esposa, sus labios subían y bajaban, desde sus labios hasta sus pechos, y mientras la desnudaba con delicadeza besaba cada lugar que quedaba al descubierto.

-- Eres hermosa Mariana – susurraba de vez en cuando, recordándole sie