Capítulo cuarenta y tres

—Mira Leticia Jones yo comprendo que tú tengas muchos problemas. Por lo tanto, te ordenó que entiendas que yo también tengo los míos.— Mariana la señaló, caminando hacia ella y se detuvo a menos de un metro, —¿Cuál es tu problema conmigo?

—Solo te estoy advirtiendo que dejes de hacerme esas bromas pesadas.— Leticia retrocedió, sin mirar a ningún otro lado.

—¿Crees que mi forma de actuar es aplicando eso de enviar correos anónimos?— Mariana comenzó a reír y a rascarse la mandíbula, —Mi verdadera forma de actuar es de frente, cara a cara.

—Claro. Pero fíjate que se metieron a robar a la casa y no fuiste capaz de defenderla, ¿Fuiste demasiada débil ante esa persona?

—Vaya parece que la adicción a las chupetas no te están dañando nada más que el cerebro.

—A ti la golpiza que te dieron te provocó una amnesia eterna, ¿O es qué algún día vas a al fin decirnos ese nombre?

—En lo que tenga oportunidad de recordar de nuevo. Ahora retirate que necesito dormir.— Mariana la empujó a la puerta de e
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App