Capítulo 45. Un nuevo renacer.
El frío la recibió como una bofetada. El abrigo no alcanzaba a cubrirle el alma rota, y la bruma espesa no podía esconder la realidad: el avión a Ciudad de México ya había despegado.
Melisa lo vio alejarse desde la sala de espera internacional, con la frente pegada al cristal y las manos temblorosas.
-- Ahí va Jenny – murmuró. -- Con mi pasaporte. Con mi vida. Con mi identidad –
No fue una traición. Fue una decisión. Lo había planeado así. Debía dejar que Jenny seguiría su camino hacia una nueva ciudad, hacia un país lejano, usando su documentación, mientras ella, Melisa, desaparecería del mapa por completo.
Un corte limpio. Silencioso. Indetectable.
Perfecto para desaparecer... pero no para sobrevivir.
Ajustó la mochila en su espalda y se alejó caminando del aeropuerto con pasos torpes, sin mirar atrás. El embarazo no se notaba aún, pero el nudo en el estómago no tenía nada que ver con las náuseas.
Estaba sola.
Sin identidad.
Sin un destino.
Y embarazada de un hombre por quien no sab