Melisa estaba prácticamente corriendo para poder alcanzarle el paso a su jefa, quien caminaba apresurada por los pasillos, buscando la sala de terapia intensiva para encontrarse con su esposo.
-Espera Sofi, cálmate- exclamó haciendo que se detuviera, dándole un momento para respirar agitada- no olvides que debes cuidarte más que nunca ¿Y si te caes?
-Tienes razón- exclamó respirando hondo para bajar los decibeles. - A veces me olvido…
-Yo corro delante de ti- exclamó la joven, apresurándose por delante de Sofía.
Melisa no supo porque corrió como lo hizo hasta la sala de terapia intensiva, pero cuando dobló en la esquina del pasillo y se topó con que a unos metros estaba su jefe junto con una hermosa mujer, supo que su propósito era ese, evitar que su jefa viera esa sospechosa cercanía.
-Señor Montenegro- exclamó para llamar su atención.
Cuando ambos se giraron hacia ella, Melisa pudo reconocer a esa mujer.
¿Cómo olvidarla?
Cuando salía con el magnate, se la pasaba en el hotel ala