-Lucas ¿Estás?- preguntó la joven castaña asomándose a la oficina de su pareja.
-El señor Montenegro tuvo que irse a una reunión de urgencia- exclamó su secretaria detrás de ella.
-Oh… gracias- exclamó desilusionada.
“Me había dicho que iba a estar para el ascenso de la recepcionista”
-Supongo que lo tendré que hacer yo- exclamó para sí misma. Aunque ese no había sido el plan, ambos habían creído que sería buena idea ascender a la mujer y darle un toque femenino a la empresa.
-Buenas tardes Señorita Sofía- exclamó alegremente Melisa.
-Buenas tardes Melisa. Buenas tardes chicas.
-Dejaron estas flores en la puerta hoy a la mañana, con una carta de perdón.
Sofía tuvo que contener su bronca frente a sus empleadas.
“¿No entendió que ya no quería saber más nada con él?”
-Tíralas, cualquier regalo que sea para mí deshazte de él sin decirme nada ¿Está bien?-
-Sí señorita.
Sofía suspiró con frustración y miró la hora.
-Melisa, necesito que lleves a las chicas al salón de eventos.
Sofía se enco