Capítulo22
—Señorita Hernández, ¿qué... qué hace usted aquí? —preguntó Diego, tan sorprendido como yo al ver a Beatriz justo en pijama.

Beatriz se ajustó un poco la bata, visiblemente incómoda por nuestra presencia inesperada. —Vivo aquí. ¿No es obvio?

Su mirada se posó en las llaves que yo sostenía, y su expresión cambió a una mezcla de confusión y molestia.

—¿Es costumbre de ustedes entrar a casas ajenas sin siquiera tocar la puerta?

Diego dio un paso hacia adelante, claramente desconcertado por la situación.

—No... esto debe ser de veras un malentendido. Esta casa... se suponía que era un regalo del señor Carlos para la señorita Moreno.

Nervioso y confundido, Diego sacó al instante su teléfono y llamó a Carlos. En su prisa, activó sin querer el altavoz.

—Señor Carlos, sobre la casa en Nueva Armonía...

Antes de que Diego pudiera terminar, la voz de Carlos lo interrumpió de manera abrupta:

—Esa casa se la he dado a Beatriz.

Vi asombrada cómo la sonrisa de Beatriz se ensanchaba, triunfante y
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App