63. La próxima vocación
¿Debería esperar siempre lo peor?
¿Dónde debo depositar mi orgullo?
Me siento completamente decepcionada. Tenía la esperanza de que, al llegar a esta empresa, encontraría algo bueno en mi familia, pero todo parece estar podrido. Mi familia es el maldito cáncer de esta ciudad, sus acciones cada vez hacen más daño a los demás, y sus desalmados negocios siempre están impregnados de crueldad.
—Es el mundo que nos tocó vivir, Inocencia. —Delancis cruza las piernas y se acomoda en la silla—. Es cierto que se puede nacer con alas de ángel en medio de un infierno, pero por más que intentes proteger esas alas, terminarán quemadas o chamuscadas.
Me pongo de pie y me inclino hacia ella, mirándola directamente a los ojos.
—Y aunque me quede sin alas, no me convertiré en un demonio.
Delancis también se levanta, manteniendo una postura imponente y una sonrisa cínica que demuestra que no se dejará intimidar.
—Lo dice la reina de la oscuridad.
—No, Delancis. No pienso convertirme en una mala persona.