55. Pov Niki
La cena olía a hogar. A eso que, de pronto, parecía tan ajeno. Dan había cocinado pollo con verduras, el tipo de comida simple pero cálida que me recordaba los días buenos, cuando todo parecía en orden. Solo que esta vez, nada lo estaba.
Anne lloraba bajito, su carita colorada, la nariz húmeda, los ojos vidriosos. Apenas probé bocado. El ruido de sus sollozos me oprimía el pecho.
—No quiere comer —murmuré, intentando que mi voz sonara tranquila, aunque por dentro estaba hecha un nudo.
—Está molesta —dijo él, dejando el tenedor a un lado. Su tono era sereno, pero sus ojos tenían esa sombra cansada que compartíamos desde que la fiebre había empezado.
Anne volvió a llorar, con ese gemido agudo que me partía en dos. Dan se levantó enseguida y la tomó en brazos, acunándola contra su pecho. La imagen me atravesó como un rayo: su brazo sosteniéndola, su mano grande cubriéndole casi toda la espalda, esa naturalidad que me hacía sentir inútil.
—Tranquila, pequeñita… —le susurró, caminando d