Pov Niki

Me desperté con el corazón pegado en la garganta. Por un segundo ni supe dónde estaba hasta que recordé todo, Anne…Dan… y lo ocurrido la noche anterior. Mi piel se estremeció pero me reprendí internamente.

Me dije a mí misma que tenía que ser práctica. Tenía que poner todo en orden en mi cabeza: Dan era el niñero, lo necesitábamos, Anne lo quería, punto. Lo demás no existía. No podía permitirme el lujo de perder el foco. Tenía audiencia la próxima semana y mil cosas pendientes en el estudio. No era momento para confusiones de ningún tipo.

Bajé en piloto automático. Me puse algo con lo que me sentía cómoda, un conjunto de una tela suave, me até el pelo y bajé. Al entrar a la cocina lo vi: Dan estaba en la mesada, con la remera medio desordenada, la cara despeinada, y a Anne en brazos, riendo como un sol mientras él le hacía muecas. Por un instante se me enchastró el pecho: la escena era tan doméstica, tan simple, que me dolió.

—Buen día —dije, tratando de sonar normal.

—Buen d