La felicidad de un nuevo bebé, estaba por llegar en la familia Ivanov y Watson. Elisabeth y Dante, estaban felices, saber que estaban esperando la llegada de su tercer hijo, fue asombroso para ellos. Elisabeth amaba a Dante y la familia que estaba formando. Tocaba su vientre sin borrar la sonrisa de su rostro, aún no creía que ahí dentro, había un bebé creciendo en su interior.
Se fue a la habitación junto a Dante, el ruso la giró y la besó desesperado. Se devoraban mientras iban hacia la cama, cayeron en ella y se fueron desnudando. Se alegraron que Dimitri y Daniel se fueran, porque deseaban follar sin descanso.
Pero fueron interrumpidos por el lloró de los mellizos, ambos rieron y dejaron lo que estaban haciendo por lo niños.
—Esta noche, no te me escapas. — dijo el mafioso advirtiéndola con una sonrisa.
—Esta noche, seré toda tuya, señor Ivanov. — lo besó y fueron hacia los niños.
Eli, estaba formando esa familia que tanto quería cuando estuvo enferma, esa familia que buscaba