CAPITULO 62
Romeo detiene su caballo, se baja con rapidez para ayudar a la damisela en peligro, su parecido con Aurora lo sorprende hasta quedarse pálido y frío.
— ¿Estás... estás bien?— Romeo siente que el aroma de la loba es un poco diferente al de Aurora pero podría jurar que huele muy similar.
— Yo... — Aurora toca su cabeza, aquel desconocido de larga barba se le hace familiar, pero lo más llamativo para ella es su aroma a madera húmeda, es como si al ingresar por su fosas nasales ese olor le hiciera sentir cosas.
Romeo le ayuda a levantarse, es el rostro de Aurora, a pesar que se ve un poco más demacrado, y su cabello negro y liso está lejos de ser del tono dorado de su amada.
—¿cómo te llamas?— Romeo la toma de las manos, necesita saber si es ella , si ocurrió ese milagro que cada noche le pide a la diosa Luna.
— Ana — responde tímida, quiere regresar, siente miedo de sus propias emociones, este desconocido le ha generado algo que nunca pensó.
— Si quieres te acompaño de regres