Última noche.
Ninguno dormía sino que tendidos bocabajo en la cama y sin dejar de mirarse mantenían sus manos entrelazadas.
No volvió a sufrir más vómitos.
-Una... semana- dijo Elyan.
-Sí- asintió Christian.
-¿Me...me vas a...olvidar?- preguntó Elyan.
Christian negó con la cabeza.
-Nunca-
-Yo... tampoco-
Christian vio cómo las lágrimas caían por la mejilla del chico para ir a caer a la sábana.
-No llores por favor- se apresuró a limpiarselas.
-No...no puedo evitarlo- sollozó Elyan -Te...te vas-
Christian se lo apretó contra sí envolviéndolo en un cálido abrazo y besando su boca.
-Porque soy un maldito cobarde Elyan, porque no puedo ni soy capaz de...tener un par de huevos y ser quién soy y... prefiero el camino f&a