Christian es un joven hombre que viajará hasta una villa en Italia donde un antiguo profesor suyo está pasando el verano junto a su familia. El problema es que Christian no lo hará solo sino que con él irá su novia y futura esposa. Aunque para él no resultará tal cuando vea a Elyan, el hijo de su ex-profesor y quede prendado de él.
Leer más-¿A La Toscana? ¿Qué hay allí?- preguntó la mujer viendo al moreno preparando un par de bolsos de viaje.
-Mas bien quién hay allí- respondió éste metiendo otra camisa en uno de los bolsos.
Ella le miró patidifusa.
-¿Có-cómo que quién?-
-Pregunté en la facultad y me dijeron que el profesor Ferrara se fue de vacaciones con su familia a La Toscana- contestó él.
-¿Y qué?- se contrarió la mujer.
-Sabes que tengo una presentación después del verano y él fue uno de los mejores...no, fue el único que me ayudó con la carrera- explicó él.
-Dijiste que iríamos de viaje de placer, tú y yo, porque quieres arreglar lo nuestro- espetó la mujer.
-¿Yo solo quiero arreglarlo Veronique?- resolló el moreno terminando de guardar la última prenda en el bolso y elevando muy seguido las cejas.
Veronique se cruzó de brazos e hizo un puchero.
-¿Me lo vas a estar restregando por la cara toda la vida?- inquirió ella.
-No, pero me jode bastante que yo sea el "galán" cuando tú a la chita callando te has pasado por ahí a unos cuantos estando ya conmigo- declaró él.
-No fueron unos cuantos, Chris- escupió la mujer -Además ni siquiera estábamos seguros de lo que teníamos-
-No me refiero a antes de antes sino a antes de después- aclaró Chris -Antes de antes hasta yo me cepillaba a quien quería con o sin tu conocimiento- cerrando ambos bolsos, se los colgó y apuntó -Puesto que no habíamos dejado nada claro y como comprenderás era libre-
Veronique no pudo rebatirle.
Llevaba toda la razón del mundo.
Ella y Christian empezaron tonteando pero nunca se sentaron a hablar y siguieron con su tonteo aún viéndose con otras personas.
Después vino la charla seria y ambos quisieron empezar una relación.
A Christian le costó un poquitín eso de dejar a un lado lo de tener tanto sexo con otras mujeres como con hombres.
Se lo había dicho.
Le fue claro a Veronique contándole que a él le daba igual si era un él o una ella puesto que si era una persona atractiva y llamativa y a él le entraba por el ojo se lanzaba.
Ella lo aceptó pero con la condición de que si iniciaban una relación debía ser cerrada y con vistas a un futuro matrimonio.
Por aquel entonces, Christian daba por sentado que estaba enamorado de ella y obviamente aceptó.
El primer año fue maravilloso.
El segundo igual.
Pero conforme se iba acercando el tercero, algo cambió en Veronique.
Christian no imaginó ni por asomo que ella mantenía pequeñas aventuras esporádicas con algún que otro compañero de trabajo mientras él se comportaba.
Y sí, aunque en más de una ocasión pudo hacerlo, algo dentro de él se lo impedía.
Y ese algo era ella.
Hasta que se enteró.
Como venganza y tras dejarlo un par de meses, aprovechó para hombre o mujer que conocía y le gustaba, ligarselo sin contemplaciones.
Para al finalizar el segundo mes aparecersele ella pidiéndole perdón y una nueva oportunidad.
Christian, al venir de una familia bastante conservadora y chapada a la antigua, aceptó a concederle una nueva oportunidad.
Hasta hoy.
Sí, seguía sintiendo algo por la mujer pero no notaba esas cosquillas cuando alguna vez que otra se besaban o hacían el amor.
Había pensado muchísimas veces en hablar seriamente con ella y explicarle que probablemente necesitaran más tiempo de separación pero...
Veronique fue más lista y soltó delante de sus padres y hermanos que muy seguramente al finalizar el año le gustaría casarse.
Por supuesto, al llegar a casa, hubo una discusión por parte de Christian increpandole de porqué tuvo que hacerle ilusiones a su familia con una boda que no era segura que pudiera haber.
Veronique le rogó y suplicó que si trabajaban en lo que una vez tuvieron era seguro que lo recuperaran.
Christian sopesó los pros y los contras.
Empezaba a acercarse a los treinta y sus padres le atosigaban con que ya era hora de que estuviera casado y con al menos un hijo.
Así pues, lo decidió.
Y le pidió en matrimonio a Veronique delante de sus padres y hermanos en una de las reunión familiares que solían tener cada dos domingos.
Pero...
A pesar de llevar una relación más o menos estable.
A pesar de que estaba seguro que al cabo del año sería un hombre casado.
Y a pesar de que lo estaban retomando con ganas lo de volver a estar tan enamorados como la primera vez.
Una pequeña y débil vocecita le decía que se estaba equivocando.
Que eso que creía amor, no era más que comodidad.
Que eso que parecía hacerles verse como una perfecta pareja, solo era un claro reflejo de lo que sus propios padres querían.
-Oye, vente conmigo- dijo Christian.
-¿Yo...a ver a un profesor tuyo?-
-No está solo sino que estará con su familia además La Toscana es un lugar muy bonito y podríamos...no sé, verlo como un viaje de placer-
Acercándose hasta ella la rodeó por la cintura y se la atrajo hacia él.
-Tiene costa y no sé cómo será el pueblo pero por las fotos que he visto en G****e ha de ser precioso, tú puedes ir a la playa mientras a mí me ayuda Ferrara-
Veronique torció la boca como haciendo ver que pensaba.
-¿Qué dices?- preguntó él.
-¿Has buscado hotel o dónde vas a quedarte?- quiso saber ella.
-He hablado con Ferrara y me ha dicho que su casa es grande y que si quiero puedo quedarme allí con él y su familia-
-Umm, en casa de tu profesor-
-Ex, ex-profesor- aclaró él.
-¿Y cuánto... cuánto tiempo...-
-Tecnicamente yo no empiezo las clases hasta septiembre así que podemos quedarnos hasta finales de agosto-
Veronique se mordió el labio inferior.
-Bueno, yo solo tengo un mes pero podría pedir que me dieran el segundo pero entonces no tendría vacaciones para navidad-
-Esas son más cortas y sabes que no vamos a ningún sitio- repuso Christian -¿Qué dices, eh, te vienes y pasamos un verano lejos de aquí?-
El moreno se la apretó contra sí.
Veronique sonrió.
Asiendole del rostro con ambas manos le miró y respondió:
-Vale, iré contigo-
Christian le devolvió la sonrisa.
-Estupendo- dándole un beso le dijo -Pues ya puedes estar preparando tu equipaje mientras cambio a dos pasajes el mío-
Y ambos sellaron sus labios con un beso.
Al verano siguiente.-Ma qué cossa...Signore, Christián!!-Rossanna se quedó inmóvil en mitad del pasillo al notar dos manitas aferrarse de sus pantorrillas.Después otras dos la agarraron de una pierna.-Elyan, signora!!- llamó asustada.Llevaba la bandeja con los platos y vasos y no podía agarrar a ninguno de los dos pequeños.Ricarddo y Christian salieron del despacho del primero para ver atónitos a los dos niños riendo y jugando ajenos al peligro o accidente que podían provocar con Rossanna.-Fabio, no- regañó Christian caminando hacia su hijo.-¿Pa?- dijo el niño llevándose el puñito a la boca.-Estarán en el patio y ni se habrán dado cuenta que los niños entra...--¡¡Lucca!!-
Después, toda la casa se quedó en silencio.Ricarddo acompañó en su siesta a Alycia y Rossanna pidió la tarde libre para hacer cosillas en casa pues volvía su hijo con su esposa y nietos.Los únicos que se quedaron en el patio fueron Christian y Elyan que estirando las toallas bajo unos árboles frutales, decidieron pasar la tarde juntos.No hablaban.Elyan, con los ojos cerrados, descansaba la cabeza en los muslos del moreno mientras éste, le había levantado la camiseta comprobando que se podía apreciar el embarazo.Se entretuvo en pasear la mano por él, notando ese abombamiento.Elyan le había enseñado antes de almorzar, las dos ecografías que se había hecho para como bobo, Christian, quedarse mirándolas.También le dijo que era un niño.-¿Paulo?-Elyan a
Llegó al aeropuerto pasadas las doce de la medianoche.No sabía dónde alojarse pues lo más probable es que no hubiera ni un solo hostal u hotel abierto a esas horas así que decidió buscar otra alternativa.Acarreando con todo el equipaje que se llevó salió del aeropuerto.Ni un alma.Metió la mano en el bolsillo de su cazadora y sacó el móvil.¿Qué hacía?¿Y si aún no había llegado Ricarddo?¿Y si debió esperar y no ser tan impulsivo?Decidió probar.-Todo lo malo que no haya llegado y me mande más allá de la mierda- se dijo.Buscando el número de teléfono de Ferrara pulsó la tecla de llamada y se lo colocó al oído.Esperó.Una ligera vibración hizo levantar la cabeza tanto al hombre com
Estacionó así como le vino en gana.No quería perder mucho tiempo.Había llamado a la universidad donde Ricarddo aún impartía clases y le habían dicho que no se había ido todavía por lo que puso dirección a ésta.Todo acelerado subió los escalones principales para como un huracán entrar al centro.Corrió por el amplio pasillo hasta que al cruzar junto a un aulario lo vio.Recogiendo sus cosas en una caja.-¿Pro-profesor Ferrara?-Ricarddo levantó la vista para ver al moreno adentrarse en el aula.-Christian- saludó el mayor.-¿Qué...por qué recoge sus cosas?- inquirió Christian extrañado.Ricarddo cerró la caja para echándole a un lado apoyarse en el borde de la mesa.-Me voy- respondió con su sonrisa perenn
Octubre.Habían pasado cinco meses desde que conociera a Elyan y casi cuatro desde que ambos iniciaran un romance que acabó con el verano.La boda estaba lista.El restaurante buscado y reservado.Y Christian solo en una sala en la iglesia.No había demostrado emociones ni nada después de llegar.Veronique, intentó levantarle el ánimo pero...Pasaron de compartir cama o no compartir más que un escueto buenos días por parte de Christian y poco más.Ella insistió en saber qué le pasaba pero la respuesta del moreno siempre era la misma.Nada.Como marioneta fue llevado de un lado a otro por ella y su madre, eligiendo las flores para la iglesia, yendo con su madre a la prueba del chaqué, decidiendo los platos que se servirían en el convite...Y ahora al
Última noche.Ninguno dormía sino que tendidos bocabajo en la cama y sin dejar de mirarse mantenían sus manos entrelazadas.No volvió a sufrir más vómitos.-Una... semana- dijo Elyan.-Sí- asintió Christian.-¿Me...me vas a...olvidar?- preguntó Elyan.Christian negó con la cabeza.-Nunca--Yo... tampoco-Christian vio cómo las lágrimas caían por la mejilla del chico para ir a caer a la sábana.-No llores por favor- se apresuró a limpiarselas.-No...no puedo evitarlo- sollozó Elyan -Te...te vas-Christian se lo apretó contra sí envolviéndolo en un cálido abrazo y besando su boca.-Porque soy un maldito cobarde Elyan, porque no puedo ni soy capaz de...tener un par de huevos y ser quién soy y... prefiero el camino f&a
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