BIENVENIDOS A JAMAICA.
Al ver que David había escogido rendirse y no podía continuar con ella sin ver el recuerdo de la muerte de su padre reflejarse en su rostro, Elizabeth preparo las maletas y le pidió al mayordomo que se encargara de todo lo referente a la casa.
Otra vez los niños regresaban al jet, pero en esta ocasión para ir de vacaciones con su madre, de camino al aeropuerto, Francis observaba a Elizabeth, no era justo para ella ni para David, ese viaje debían hacerlo los cuatro como una familia.
—Amiga, crees que esto es lo correcto, David y tú han pasado por tanto, y ahora que por fin pueden ser feliz dejaran que un mal recuerdo empañe su felicidad. —Dijo Francis.
—Francis, él decidió por los dos, yo no puedo obligarlo a estar conmigo, yo necesito alejarme y descansar, sé que este viaje es lo mejor, lástima que tengas que regresar a Dubái y perdón por no enviarte en el Jet.
—Elizabeth no tengo ningún problema en viajar con otras personas, además me estás enviando en primera clase qué más puedo ped