FARID ARAY
—No le hagas caso Farid… ¡Esta mintiendo! ¿No ves su rostro? ¡Solo busca hacerte más daño¡— repuso Camil mirando a Mara con desprecio, y olvidándose por completo que ese ser de mente enferma y retorcida, había sido quien le dio la vida… «para tratar de arruinársela después, vale destacar»—No te basto el daño que Dave Brown nos causo por tu culpa, ni tampoco que estuve a punto de perder al amor de mi vida…, y también a mi bebé.
—Claro que no me importa lo que pierdas… y menos si este bastardo está incluido en la lista de pérdidas reparable. ¡No seas débil Camil!¡Ho no te hice así! ¡Ya deberías saber que no hay nadie irremplazable, ni imprescindible — escupió esa m@ldita víbora mirándome con asco de pies a cabezas como si me tratara de un gusano al que no le importa aplastar por salirse con la suya.
—¿Es eso lo que te duele, Mara? — pregunté sin dejarme provocar aun más «aunque con Mara había que ser experto en paz mental para no dejarse llevar por la ira que esa «señora»