ELIOT MAGNANI
—Pues, después de como defendiste a Luca, ahora Jerry y Carla ya saben quién eres —contesté y por fin volteé hacia ella.
—Bueno, no es que pudiera quedarme de brazos cruzados. Puse en una balanza ayudar a una mujer embarazada y a un hombre que claramente estaba en desventaja por quererla salvar, y mi privacidad y seguridad. Supongo que dentro de mi corazón hay algo de heroísmo —contestó con media sonrisa y un profundo suspiro—. Quiero creer que solo saben que soy una reportera metiche que se enfrentó a ellos… pero no entienden aún la complejidad de mi participación en todo.
»He mantenido mis huellas difusas. Nadie sabe quién proporcionó las pruebas a los reporteros amarillistas de las infidelidades del señor Spoti, solo saben que una mañana, los reporteros más crueles y sanguinarios recibieron un paquete lleno de fotos, registros de hoteles y…
—¿Y…? —pregunté en cuanto ella se quedó en completo silencio y pensativa.
—Dentro de las cosas que investigué… —Parecía dudar de