43: Tuvieron que huir
Los días transcurrían con una rapidez inesperada, en los que Amelia había estado observando la situación actual de la manada Velkan comenzó a identificar las necesidades más urgentes. Comprendió que, si quería asegurar un futuro mejor para quienes dependían de ella, debía comenzar a reconstruir desde las bases. Amelia organizó reuniones con los ancianos y líderes más experimentados del clan para discutir cómo expandir sus horizontes. Una de sus primeras sugerencias, que algunos miraron con escepticismo inicial, fue participar en las ferias comerciales que se celebraban entre los pueblos vecinos. Estas ferias no solo ofrecían la oportunidad de intercambiar productos, sino también de establecer relaciones diplomáticas y mostrar la fuerza del clan. “Si queremos prosperar, necesitamos mirar más allá de nuestras fronteras.” Repetía Amelia en cada una de las reuniones. “Tenemos recursos y talentos que pueden ser valiosos para otros. Si nos mantenemos aislados, solo limitamos nuestro potencia