Llegué a casa y corri a la habitación para llamar a mi abuelo, tenía tanta ilusión de escucharlo, de preguntarle cómo estaba.
Cuando entre Donovan estaba allí, él volteo a mirarme y mi corazón se detuvo por un momento.
— Apolo me contó que almorzó contigo, ¿lo disfrutaste? — Me preguntó.
Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, yo sabía cómo iba a terminar esto, y tenía mucho miedo.
— Él estaba en el restaurante donde fui con Octavio, te juro que yo no sabía que el estaba allí, por favor creeme — Le dije llorando.
— ¿Porque lloras? Solo te he hecho una pregunta — Mi barbilla empezó a temblar, yo me acerque a el poco a poco.
— Es que se que lo has interpretado de otra manera — Le dije.
Donovan empezó a reír.
— Voy a correr a Octavio y tú no vas a salir nunca más de aquí — Me dijo con rabia.
Yo lo abrace fuertemente.
— ¡Octavio no hizo nada malo! Te juro que fue una coincidencia lo del restaurante — Le grite entre suplicas.
Donovan me alejo de él.
— Te advertí que no te quería cerca