Baje hasta la oficina donde me estaba esperando Julia, al entrar ella camino a mi sensualmente y me dió un beso en los labios.
— ¿Como estás? — Me preguntó mientras trataba de abrir mi camisa.
— Donovan, me hiciste tanta falta — Me dijo besando mi cuello.
Yo la aparte un poco.
— ¿Porque estás aquí? — le pregunté.
Olivia me sonrió.
— Estoy aburrida en casa, Héctor me tiene cansada, y el mocoso solo sirve para quejarse — Me rei.
— Es tu culpa por querer dinero fácil —
Olivia me fulmino con la mirada.
— No, es tu culpa por no aceptarme — Yo la mire.
— No eres mujer para formar una familia, a ti lo único que te gusta son las pollas y el dinero — Ella agarró mi polla y se relamio los labios.
— Tu puedes darme eso — Aparte su mano.
— ¿Y tu que me ofreces? — Le pregunté.
— Eres un imbécil Donovan — Me acuso.
Me encogi de hombros.
— Lo se, ahora vete, necesito hacer algunas cosas — Le dije.
La puerta de la oficina se abrió de par a par, Lorena nos miraba con rabia.
— ¿Que haces aquí? — Le preg