Mundo ficciónIniciar sesiónAria
Recibí la invitación en una caja de terciopelo negro, sellada con un hilo rojo y un pequeño broche de oro que llevaba el símbolo de la familia Volkova: un cuervo con las alas desplegadas.
Qué teatral. Qué escalofriantemente perfecto.
Lo tomé con la punta de los dedos, como si fuera veneno. Porque, en cierto modo, lo era.
—“Se requiere su presencia para el evento anual de alianzas, a celebrarse el sábado a las 20:00 horas. Vestimenta formal. Asistencia obligatoria.” —leí en voz alta, sintiendo que las palabras se incrustaban como dagas.
Obligatoria. Qué palabra tan asquerosa.







