Alexei
La noche sabe a cenizas.
Estoy sentado en el sofá de mi apartamento, con las luces apagadas, bebiendo algo que ni siquiera recuerdo haber servido. El cristal del vaso suda entre mis dedos, igual que yo. La ciudad duerme allá afuera, ignorante del incendio que llevo dentro. Las sombras bailan por las paredes, como si jugaran con mis pensamientos, burlándose de mí.
Desde que Aria salió por esa puerta, tengo la maldita sensación de estar atrapado en un tablero donde ya no domino las piezas. Cada decisión que tomé desde que ella apareció en mi vida me lleva directo a este punto de inflexión.
Y lo peor de todo…