Rachel
Desperté, encontrándome en una camilla de un hospital, algo desorientada al no saber cómo llegué aquí. Poco a poco fui recordando pequeños detalles, y más cuando vi la cara del doctor que se encontraba a mi lado junto a Aiden. Recuerdo que lo vi cuando me ayudó a entrar al baño para tomarme una muestra de orina. Son muy vagos los recuerdos, pero sé que lo vi. Me dolía la barriga y todavía me sentía bastante débil, aunque los demás síntomas que me mortificaban habían desaparecido. Jamás había visto a Aiden con una expresión de preocupación tan profunda. Cualquiera diría que pasó algo muy malo.
—¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? — me preguntó.
—Mi estómago arde. Me duele mucho la barriga.
—Pronto vas a sentir mejoría. La dejar&