Cap. 18 Deody
Luke se acercó a su hijo que miraba unos cuadros de un autor desconocido para él.
—Disculpa a Madison, ella es muy espontánea.
—Te ves bien, es decir, no te ves tan aburrido como antes.
—Bueno, hijo, a veces las cosas no funcionan y debemos de volver a empezar.
—Entiendo, ¿sabes? Me di cuenta de que algo pasaba cuando te veía distante.
—Hijo…
—No mirabas los detalles de mamá, su esfuerzo por ser perfecta para ti.
—Yo quiero mucho a tu madre.
—Sí, ella es una gran mujer y ahora comienza una nueva vida.
Eso extrañó a Luke que preguntó.
—¿Cómo dices?
—Sí, ella volverá con un proyecto nuevo y con ayuda de Artem se está levantando.
—¡Ah…! Es lo justo.
—Sí, lo es, ella lo merece todo.
—Hijo, cuando crezcas y tengas tu relación, lo entenderás.
—Claro… Espero no ser igual a ti, no quiero dejar a mi compañera de vida por una mujer que no tiene vocación de nada.
La niña lloró y Madison llamó a Luke.
—Cariño, tu hija te llama.
—Sí, ya voy, ya voy.
Fue a tomar a la niña, era muy raro todo aquello,