Los ojos de Lía se llenaron de lágrimas, pero se sentía tan cansada que hasta llorar le costaba.
—Si debes pagar un poco más, solo dime que yo te ayudaré a costearlo —le insistió—. No pienses en el dinero en este momento, ¿sí?
—Pero Oliver, tú apenas estás recuperándote económicamente, dijiste que querías comenzar a ahorrar.
—No te preocupes por eso, me seguirá yendo igual de bien como ahora y podré ahorrar después —tranquilizó él, mostrándole una sonrisa—. La prioridad en este momento es tu salud y que puedas seguir ahorrando para que puedas retomar tus estudios pronto, ¿bien? No quiero que abandones tus metas.
Lía lo abrazó, preguntándose cómo terminó consiguiendo un hombre como Oliver.
❦❦❦
Julieta llegó aquel domingo para visitar a su hermano como de costumbre. Tenía una enorme curiosidad por saber en qué trabajaba Lía, sobre todo después de ver ciertas publicaciones que la hicieron sospechar en gran manera sobre quién era Lía. Sabía que