Capítulo 340
Erwin envió un coche para llevarlos de regreso.

Pero al acercarse al hotel, Andrés le pidió al conductor que detuviera el vehículo, y mirando hacia Sonia, dijo:

—Vamos a caminar un rato por la playa, ¿te parece?

Él también había bebido bastante esta noche.

Pero tenía muy buen autocontrol, y sus ojos seguían lúcidos. Si Sonia no lo hubiera visto beber con sus propios ojos, jamás habría notado que había tomado alcohol.

En ese momento, sin esperar la respuesta de Sonia, la tomó de la mano y la sacó del coche.

La noche había caído y había poca gente en esta parte de la playa.

El mar que durante el día se veía cristalino y azul, ahora se fundía con el oscuro cielo, como una enorme boca negra. Incluso las olas que se formaban a sus pies ahora tenían algo siniestro.

A Sonia no le gustaba la playa así, pero Andrés estaba de muy buen humor y seguía tirando de ella hacia adelante.

—Mañana estaré muy ocupado. ¿Qué te parece si te consigo una guía para que te lleve a conocer los alrededores?

—No e
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App