—Son…
Pero Sonia no lo miró, solo dio unos pasos rápidos hacia Andrés —Vámonos.
Su voz estaba ronca.
Andrés entrecerró los ojos.
Sonia no estaba de humor para pensar mucho y directamente lo agarró de la mano.
Andrés no se resistió, pero cuando ambos avanzaban, Leandro pareció despertar de repente y agarró la otra mano de Sonia.
Esto hizo que el rostro de Andrés se oscureciera, y justo cuando estaba a punto de decir algo, Sonia se giró y miró a Leandro —No te preocupes.
—Porque yo tampoco te he elegido —dijo—. Con la situación actual del grupo Fuentes, solo puedo elegir el camino más beneficioso para la empresa.
—Estaba pensando cómo decírtelo, pero ahora está bien, nosotros… no tenemos que sentirnos culpables. La boda… mejor cancelémosla.
Tras decir esto, Sonia se soltó de la mano de Leandro que la sujetaba.
Luego, agarró a Andrés y siguió caminando.
El club seguía lleno de vida.
Risas y algarabía por todos lados, jovencitas con uniformes, hombres riendo a carcajadas, el aire impregnad