Capítulo 158
Al tercer día, Sonia finalmente decidió ir al hospital.

Llevaba puesta una mascarilla cuando confirmó con la enfermera que Regina efectivamente estaba hospitalizada.

Sin embargo, la enfermera no le reveló los detalles sobre su condición.

Sonia no insistió más y simplemente tomó el ascensor hacia los pisos superiores.

Apenas llegó a la puerta de la habitación, alcanzó a escuchar una conversación entre Regina y Ana:

—Santiago me parece un buen muchacho, cuando te cases con él seguramente podrás...

—¡Pero mamá, yo no siento nada por él! —la voz de Ana sonaba entre lágrimas—. ¡Y él tampoco siente nada por mí! ¿Sabes qué? El otro día no se lastimó por ningún accidente de auto, sino porque...

La voz de Ana se desvaneció repentinamente.

—¿Por qué? —insistió Regina.

—¡El punto es que yo no soy la persona que le interesa! ¡Y yo tampoco quiero casarme con él!

Regina guardó silencio.

Ana, aprovechando el momento, tomó la mano de su madre con fuerza. —Mamá, yo realmente amo a Andrés, ¿podrías ayud
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