Punto de vista Aldo.
Llegué al bar para ver a Luca, me había comportado como un idiota con él la otra noche y necesitaba ofrecerle una disculpa, desde que regresé he pasado muchas horas tomando un trago y hablando con él, sé que es parte del trabajo de un cantinero escuchar las desdichas de los clientes, pero siento que es lo más cercano que tengo a un amigo, así que pensé que valía la pena reparar lo que estropeé.
- ¡Hola Luca! – lo saludé al entrar - ¡Hey! – me respondió con un gesto levantando la cabeza del otro lado de la barra, se veía consternado - ¿Qué pasa? ¿Estás molesto conmigo? – le pregunté – ¿Por tu desastre de la otra noche? No, estoy acostumbrado a lidiar con borrachos… - me respondió sin prestarme demasiada atención – Escucha, vine a disculparme, siempre has sido amable conmigo y mi actitud estuvo por completo fuera de lugar, te invito una cerveza y hablemos – le sugerí y al fin volteó a mirarme - No pasa nada, todos hemos tenido mal de amores alguna vez…- me dijo mien