- Suena a un buen plan, sin embargo, el viaje ya estaba planeado y mi padre me pidió hacer un par de encargos para aprovechar mi tiempo allá, además necesito hablar contigo, no te librarás de mí tan fácil – sus palabras despertaron mi curiosidad - ¿Hablar conmigo? ¿Acaso no estamos hablando ya? – lo cuestioné en un tono burlón - ¡Qué simpática! Lo que voy a decirte no es una conversación que debamos tener por teléfono – su voz fría hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo – ¿Esta todo bien? no me asustes – le insistí buscando tener información adicional – Lo está y estará mejor cuando hablemos, no te preocupes, debo ir a casa, te veo en sueños – se despidió sin dar espacio a otra pregunta – Descansa, te veo en sueños – me despedí también.
Salí de mi habitación y me encontré a Mel que se dirigía a buscarme, el color había abandonado su rostro - ¿Qué pasó? ¿Estás bien? – extendió su mano y me entregó un sobre – A… Aldo – dijo tartamudeando, le arrebaté el sobre y saqué la nota que co