Solo en la mañana, cuando Gabriel se levantó, fue el momento en que pudo apreciar la situación completa en la que estaba metido. Antes, recién llegado, con cansancio, y luego de presenciar una escena como esa, no había tenido ánimos para nada mas que echarse en la cama y dormir.
Cuando los primeros rayos de luz se filtraron por las ventanas y le dio en los ojos, se removió entre sus sabanas, y se estiro. Sin embargo, cuando por fin los abrió, examino el lugar donde se encontraba, y vaya que se llevo una sorpresa.
Se sentó sobresaltado, tratando de ubicarse donde estaba, y pronto los sucesos del día de ayer llegaron a su cabeza como recuerdos de un sueño de lo mas extraño.
Se toco la cabeza casi mareado, pero hizo un esfuerzo por levantarse.
«¿Qué era todo esto? »
Examino con asombro lo inmensidad de la habitación, y todas las cosas que allí se encontraban. Y en el baño, había encontrado un espejo de cuerpo completo incrustado de joyas. No considero ese objeto como una de las mejores i