Este relato quise usarlo, para que a través de Ethan y Angelica poder darles un adiós. Hice alguna especia de analogía de lo que un lector siente cuando acaba un libro, como cierras la portada, susurras un gracias y luego un adiós. Esta historia duro demasiado. Y soy consciente de que cada uno de mis capítulos son bastante largos. Espero que la historia les haya gustado. Este es el fin. Por lo pronto, es una despedida. Adiós, gracias por dejarme entrar por unas horas en sus mentes y corazones. Por darle un espacio a lo mágico, por sentir, por permitir que todas tus emociones tanto negativas como positivas respiren en tu interior para reconocerlas como parte de nosotros, darle un espacio tanto al dolor como a la felicidad, por tener corazones de cristal algunas veces. Los quiero mucho.