El Duelo en el Cenit
Día siete. 8:50 AM. Mansión Blake, Confrontación Exterior.
Valeria se encontraba en el pináculo de la confrontación, Leonardo Blake, despojado de su traje y su calma, exudaba una furia contenida, a pocos metros de distancia, el silencio solo era roto por el viento que silbaba a través de las ventanas rotas de la mansión, Javier había huido, dejando el campo libre para el enfrentamiento terminal.
Leonardo avanzó, su voz rasposa.
—Tú usaste a mi hermano, tú usaste la única pureza que quedaba en este maldito apellido.
—Y tú usaste la deuda de sangre que le impusiste para construir tu imperio sobre las ruinas de otros —replicó Valeria, sosteniendo el fragmento de mármol como un recordatorio de su propio sacrificio.
Mientras las palabras volaban, Valeria sentía que el instinto frío que la había impulsado a la casa se estabilizaba, ya no era solo rabia, era claridad, su mente estaba dividida: 80% concentrada en mantener a Leonardo distraído hasta la ignición, 20% escane