Día dos. 1:05 AM.
Valeria se había retirado a una sala de conferencias con paredes antirruido y sin cámaras, conectó su disco SSD cifrado y comenzó el proceso de descifrado offline utilizando su conocimiento íntimo del protocolo 3.3.Z.
El archivo de 1.8 GB, ANALYSIS_DELTA_FY30.CR.VARS, se abrió, no era un documento pasivo, era un entorno de software de modelado de riesgo, una simulación financiera completa, construida sobre la base del modelo de "Deconstrucción Estratégica de Activos" que ella había inventado, ella sabía que esta era una máquina de cálculo, pero ahora veía su propósito.
El modelo no analizaba una empresa o un sector, analizaba un país.
El objetivo primario, claramente etiquetado en el nivel más alto de la simulación, era: "La República de Aquilea".
Aquilea: una pequeña nación insular en el Atlántico Sur, su relevancia no residía en su tamaño, sino en sus recursos: depósitos inmensos de litio y tierras raras, y un puerto estratégico de aguas profundas, un país que, por