Capitulo 22.
Capitulo 22.
—Yo, Elvira Sandoval de Quintana, en pleno uso de mis facultades, declaro este documento como mi última voluntad…
Hace una pausa y veo cómo la señora se tensa sobre su asiento y juraría que hasta la veo sonreír.
—La mansión y demás propiedades, así como los activos líquidos y las acciones familiares, estos serán divididos en las siguientes proporciones…
—…el cuarenta por ciento se lo lego a mi nieto Jorge Sandoval, el quince por ciento es para mi hijo Felipe Sandoval… y el restante cuarenta y cinco por ciento será para mi nieta política Gabriela Santos, ahora por matrimonio Gabriela Sandoval.
Todos giran la cabeza hacia mí.
—¡Pero qué demonios es esto, se trata de una broma, ¿verdad?! —dice esa señora levantándose de su asiento y comenzando a gritar.
Yo, por otra parte, me quedo paralizada. No puede ser, no puedo haber escuchado bien. Creo que se ha debido equivocar al decir las proporciones. ¿Cómo voy a ser yo la mayor accionista ahora?
—Señora, relájese. Estos s