Capítulo 3: Decisión

Melissa dejó escapar un suspiro al ver que ellos se alejaban despidiéndose de ella por lo que sonrió al ver esa actitud tan linda de la pequeña.

Una vez que ellos se perdieron de vista una camioneta con ventanas polarizadas se estaciono en la entrada, donde bajaba una castaña y corría a abrazar a la pelinegra.

- ¡Melissa! dios… ¿dónde estabas? me asustaste mucho – exclamo angustiada una joven castaña, de cabello largo amarrado en una coleta baja en esos momentos, poseía ojos de color marrón que estaban ocultos detrás de unas gafas de armazón color azul oscuro, su tono de piel era claro y en esos momentos estaba usando un smoking estilizado – estaba muy preocupada.

- Igual te extrañe mucho Atenea.

- Pero dime ¿qué paso? ¿por qué? ¿por qué me hiciste eso? – hablo sintiendo algunas lágrimas en sus ojos.

- Perdóname… todo lo hice por estúpida.

- ¿Eh? ¿cómo que estúpida? eso no es verdad, lo hiciste por amor y en ese caso todo se perdona.

- … - la pelinegra hizo una mueca al escuchar esas palabras mientras dejaba escapar un suspiro.

- ¿Meli, que tienes? cierto a todo esto ¿dónde está él? - pregunto mirando la casa, lo cual no tenía lógica ya que se supone se mudó a otro estado.

- Me voto… - confeso Melissa empezando a llorar.

- Que…

- Me exigió el divorcio buaaaa, me cambio por su ex… – dijo la pelinegra abrazándose a ella y empezando a llorar, permitiéndose sacar los sentimientos que tenía atorados en su interior.

Atenea se preocupó ya que su amiga no era así… si habia notado que busco cambiar un poco por culpa de ese imbécil que la pretendía, pero la pagaría porque se atrevió a despreciarla y dañarla, por lo cual de forma silenciosa juraba cobrar venganza.

Tras un rato, ella se calmó y se separó del abrazo.

- Gracias Atenea – indico sintiéndose un poco más calmada.

- Meli regresemos a la casa principal – le pidió tomándola de las manos.

- No – dijo secando sus lágrimas y poniéndose seria - aun no iré a casa, ya que necesito hacer algo antes.

- ¿Eh? ¿el que? si me dijiste que estabas regresando a casa.

- Antes de eso ¿averiguaste lo que te pedí? – pregunto buscando adoptar un semblante serio.

- … - atenea se asombró ante ese cambio de actitud, pero sonrió al ver que su amiga de siempre estaba de regreso, por lo cual solo saco su teléfono para leer el reporte – se llama Alessandro Holmes, médico internista en el hospital central, viudo…

- ¿Como murió la esposa? – le interrumpió.

- Esposa: Lucia Holmes y falleció mientras daba a luz – menciono haciendo una mueca – según el historial médico el parto se complicó, la señora desarrollo preclamsia y lamentablemente se quedó en la plancha… murió desangrada.

- Pobre – indico Melissa, aunque internamente se sentía feliz de saber que él no le mintió - ¿y sobre lo otro que te pregunte?

- Desde que colgaste empecé a investigar sobre tu accidente y si, nuestro doctor no es mentiroso – hablo pasándole su teléfono para que viera el video – te localice a las 8:57pm en la autopista donde estabas en el tráfico, pero al girar este auto sin placas te siguió y de hecho aprovecho el momento y te envistió, curiosamente ese sujeto se bajó te tomo una foto y se largó… lamentablemente no tengo su rostro ya que siempre le dio la espalda a la cámara de tránsito.

- Tch… es decir no es un accidente cualquiera – dijo seria ella.

- Se fue y a los 10 minutos ellos llegaron y te salvaron la vida sacándote del auto, buscando atenderte y metiéndote al auto, aunque es raro que el como médico no te llevara al hospital o llamara una ambulancia.

- Hm… eso es raro, pero se le agradece ya que no sabemos si alguien en ese hospital me hubiera reconocido y sería un problema – indico dejando escapar un suspiro – oye ¿le contesta de esto a padre?

- No… y sé que puedo morir si lo descubre ya que esto claramente es un ataque directo contra ti y…

- Calma, respira – dijo ella sonriéndole – padre no te hará daño porque estas obedeciendo mis órdenes.

- Gracias y por cierto aquí te traje algo de tu armario e imagino no está abierta la casa así que puedes cambiarte en el auto – indio ella mirando que su amiga le sonreía y asentía tomando la bolsa para entrar al vehículo, 5 minutos después Melissa salió arreglada – no has cambiado.

- Gracias e igual no he engordado – dijo divertida al sentir que su ropa le quedaba como siempre – ahora retomando el tema, quiero una lista de mis antiguos enemigos para ir descartando sospechosos.

- Enseguida me pondré a investigar.

- Te lo encargo – indico ella – si quieres, dale un breve resumen a mi padre de la situacion e igual dile mi posición actual.

- ¿Te quedaras aquí?

- Si.

- Am… puedo saber la razón para quedarte.

- Protección, no sabemos si alguien llego a seguirlos e igual los Walton tienen una deuda de honor con la señorita Lottie Holmes y su padre es un excelente y humanitario médico.

- … - la castaña entendió esas palabras por lo que hizo una reverencia – ya mismo pido a los mejores para instalarse por aquí e igual traje un poco de ropa extra, pero… ¿el medico la dejara quedarse?

- Yo me encargo de eso.

- Bien en ese caso me retiro e igual aquí esta su nuevo celular con una copia del anterior – dijo entregándoselo.

- Gracias – menciono tomándolo y mirando que su amiga se retiraba para cumplir su misión.

Al estar sola de nuevo dejo escapar un suspiro donde empezo a revisar su teléfono y se puso a borrar todos los mensajes y fotos que tenían que ver con Fernando.

Tras unos 10 minutos ella escucho la voz de Lottie por lo que guardo su teléfono.

- ¡Meli!

- ¡Hey! – saludo la pelinegra buscando hincarse y extender sus brazos para abrazar a la pequeña que corrió a su encuentro, donde busco cargarla para escuchar su risa.

- Bájala – le regaño el rubio corriendo para detenerlas.

- ¿Eh? ¿por qué?

- Api – dijo triste Lottie.

- Tus heridas ¿recuerdas? no movimientos bruscos y eso incluye no cargar a Lottie.

- Pero api…

- Princesa sabes que las heridas se deben cuidar o de nuevo ella empezara a sangrar.

- Pedon… sniff…

- Oh vamos Alessandro no la regañes tanto, fue mi culpa – dijo Melissa abrazando y mimando a la pequeña.

- Por eso igual te regaño a ti, ya que pareces una niña al actuar así – menciono el rubio cruzándose de brazos.

- ¡Hey! – se quejó Melissa inflando sus mejillas, pero al escuchar la risa de la menor ella igual rio – y esa bolsa – hablo mirando la bolsa de plástico.

- Pasamos al super a comprar algunas cosas extras para hacer comida especial para tus heridas.

- ¿Eh? jeje no era necesario – menciono apenada.

- Bueno tienes suerte de que este en mis vacaciones y pueda cuidarte – menciono pasando a abrir la puerta de la casa.

- Viva comeré algo rico y… ¡oye! espera ¿porque veo mucho verde en esa bolsa?

- Porque las verduras son buenas.

- Nuuu veuas nooo.

- Estoy con Lottie, no a las verduras.

- En primera: me sorprende lo rápido que te adaptaste a Lottie y la entiendes, en segunda: actúa como un adulto y no te quejes – le regaño Alessandro – y tercero: si no te gustan ponte a jugar con Lottie en lo que cocino.

- Jueoooo – dijo feliz la menor corriendo a la sala.

- ¿Y qué comeremos que le pondrás muchas verduras?

- Una sopa de pollo con verduras, ya que es lo que necesitas para mejorar.

- Supongo que, aunque diga no, no puedo negarme ¿verdad?

- Así es o si no ya puedes ir con tu familia.

- Ok usted gana doc, Lottie juguemos a la casita – dijo corriendo a jugar con la menor.

Alessandro solo negó divertido al ver esa actitud y se giró para empezar a preparar la comida - “me gusta lo que veo” – pensó el rubio al sentir ese ambiente familiar – “¿la pregunta lo aceptaras? ¿poque si lo haces deberé regresar para que vivamos en el mismo mundo?” – ante ese pensamiento se puso un poco serio, pero se relajo al escuchar la risa de ambas.

Por su parte Melissa empezo a jugar con la pequeña siguiendo sus instrucciones para colocar las muñecas y ver que accesorio era de cada quien.

“Maldito imbécil… jamás me entendiste y te atreviste a usarme prometiéndome una familia… ¿tan difícil era mi deseo? ¿acaso fui codiciosa? yo solo deseaba tener una familia normal contigo, lejos del tema de la mafia” - pensaba Melissa mientras sentía que en esos momentos estaba viviendo ese deseo al estar jugando y divirtiéndose con Lottie y de fondo podía escuchar a Alessandro en la cocina y hablando con ellas de vez en cuando.

Esa situacion es la que siempre deseo, ya que de pequeña su madre murió y pese a que su padre la ama con todo su corazón en su infancia estuvo ausente por culpa de los negocios, por eso ella siempre deseaba vivir ese ambiente familiar donde los padres estuvieran mimándola y dedicándose solo a ella sin interrupciones y justo en esos momentos estaba viviendo su gran fantasía.

- Niñas, dejen el juego y vayan a lavarse las manos – les llamo Alessandro mientras empezaba a colocar los platos.

- ¡Sii! vamos Meli – dijo Lottie dejando sus muñecas para ayudar ir a lavarse las manos.

- Si vamos a comer – hablo Melissa imitando a la menor para seguirla y lavarse, para luego ir a la mesa del comedor, donde vio que Lottie era alzada y mimada por su papá mientras la sentaba en su silla especial con cojines.

- Ten – dijo Alessandro dándole unas píldoras a Melissa – son para ayudar a tu recuperación, las tomas después de la comida.

- Eres estricto doc – indico divertida mirando las pastillas.

- Bueno estamos hablando de un tema de salud – menciono empezando a comer, pero cuando estaba por tomar un poco de su sopa, Melissa le colocó su cuchara en su boca para que el bebiera de la sopa del plato de ella.

- Jejeje – Lottie rio al ver eso, recordando que habia visto una escena familiar en la tele donde Meli parecía ser una mamá y eso es algo que ella no tiene.

- … - el rubio arqueo la ceja ante eso mirando a la pelinegra mayor, quien solo reía mientras le robaba su cuchara para empezar a comer.

- Yo yo – menciono la menor abriendo su boca para que la alimentaran.

- Claro – dijo Melissa ahora tomando un poco de su sopa para alimentar a la menor.

- Ah… ya dejen de jugar con la comida – les regaño el rubio.

Melissa solo rio, confirmando nuevamente que ellos eran civiles sin malas intenciones y curiosamente por esa forma de confirmación se creó un nuevo ambiente familiar donde los 3 estaban participando.

Mientras comían Melissa miro a sus acompañantes y en eso se le ocurrió una gran idea: si buscar ser una civil no le funciono para conseguir a su propia familia, entonces cambiaria de táctica y solo sería ella misma… seria la mafiosa codiciosa que toma lo que desea cuando quiera y como sea; por lo cual en esos momentos ella deseaba tomar a esa pequeña familia para hacerla suya.

“Lucia espero no me odies, pero voy a tomar tu lugar: será la madre de Lottie y tendré a Alessandro como mi esposo, ellos serán mi nuevo capricho” – pensó decidida mientras seguía jugando con ellos y disfrutando la comida.

Alessandro miraba curioso las actitudes de ambas, donde se sorprendí al ver tan risueña a su pequeña con Melissa y tal vez lo que pensaba si podría ocurrir ya que su pequeña habia sido tímida y cerrada con todas las mujeres que se le habían acercado, pero parecía aceptar a la joven Walton lo que indicaba que debía prepararse para todo.

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