— De verdad, ¿Dime qué crees que ganaría con lastimar a papá? — Rowdy lanzó dejando a Waylon en shock.
— Estabas golpeando a mi mujer, Rowdy… — Waylon bufó por lo bajo con la furia de una fiera enjaulada — No me interesa lo que puedas decirme, ¡No voy a escucharte! — Elevando su voz en una octava y yéndosele encima a su hermanastro de nuevo, pero Lara lo detuvo esta vez temiendo que Waylon le causara algún daño irreparable del que luego pudiera arrepentirse de por vida.
— ¡No! cariño, no vale la pena… — Le rogó asiéndolo por el brazo como pudo.
Waylon se detuvo ante las súplicas de su esposa y Rowdy ya estaba agazapado contra la pared esperando que se desatara el pandemónium de los puños del ex militar de nuevo sobre su humanidad.
— ¡Te digo la verdad! — El canalla insistió a pesar de que era la rubia quien literalmente le estaba salvando el pellejo muy a su pesar — Ella es quien lo hizo, ¡Y puedo probarlo!
Waylon levantó la barbilla y mantuvo los puños en alto sin llegar a descargar