El rostro de Lara reflejaba la incredulidad, no era posible que Waylon en serio estuviera dudando de ella.
Rowdy sonrió al ver la expresión de desconcierto de la chica y la cara de total poema trágico de su hermano.
¡Wao! Sí que lo estaba disfrutando.
Lara se acercó un par de pasoso a su esposo para acortar la distancia entre lo dos y tomarle la mano, pero el hombre le lanzó la mano lejos impidiéndole que lo tocase.
— Cariño… cariño, no puedes creer eso… Waylon, por favor… — Ella continuaba rogando, pero en ese instante.
Ashley que ya había notado que algo no iba bien en la habitación de su suegro, y sabiendo lo que Rowdy había ido a hacer allí, se acercó y escuchó los gritos dentro, así que se animó a empujar la puerta.
— ¿Qué es lo que está pasando aquí? — Ella preguntó viendo la taza de té ya fría a medio tomar sobre la mesita de noche, a Lara con la piel enrojecida y amos hermanos hechos una furia el uno contra el otro.
— Mi hermano no me cree, Cariño… — Rowdy se adelantó rápidame