— No era de ti de quien hablaba, nunca podría, ¡Jamás! — Esa última frase de Waylon quedó colgando en el air, como una declaración absoluta de su estupidez e imprudencia, él mismo se sintió estúpido al pensar que pudo tener esa conversación en la mansión, ¡Qué idiota! ahora comprendía hasta donde había metido la pata.
Lara dio un paso hacia atrás, intentaba asimilar las palabras de Waylon, ¿Cómo creerle? ¿Cómo creerle a un hombre que había sido capaz de contratarla para fingir un matrimonio ante su padre? Bien podría estar mintiéndole ahora, y zafándose de sus palabras para hacer que ella cayera de nuevo en sus redes… o... ¿No?
Se llevó las manos a la cara y dejó salir el aire.
La cabeza le daba vueltas y el estómago amenazaba con devolver todo su contenido, era mucho que asimilar, muchos sentimientos encontrados, esos que había estado reprimiendo y escondiendo de todo el mundo durante poco más de una semana, era mucho dolor, muchas mentiras ¿Cómo se suponía que reaccionara a eso ahor