Cambiaste mi vida
Sebastián
El sonido exterior se cuela a través de la puerta cerrada, haciendo que los latidos de mi corazón disminuyen hasta casi no sentirlo bombeando dentro de mí. Mantengo la vista fija en la única planta que decora la habitación mientras cuento mentalmente uno a uno los segundos. No estoy seguro de que estar aquí sea lo correcto, sin embargo, necesito estar. Necesito una respuesta y no pienso irme sin tenerla.
Tomo una bocana de aire a la vez que la puerta se abre detrás de mí, provocando que la atmosfera estéril de la oficina se cargue con una pesada tensión.
—No tengo mucho tiempo, un grupo de adolescentes acaba de ingresar a urgencias —declara a modo de saludo.
Pasa a mi lado para tomar su lugar al otro lado del escritorio. Deja una tableta electrónica sobre la superficie delante de él y centra la mirada en mí. La expresión en el rostro de Ethan delata su conocimiento sobre mi presencia en este lugar.
—¿Sabes por qué estoy aquí? —Aprieta los labios.
—No exacta