Mi celular comenzó a sonar muy temprano, me sentía como si apenas había cerrado los ojos. La verdad es que aún me sentía muy cansado. Tomé la llamada, lleno de pereza sin ni siquiera ver quien llamaba.

-Hola hijo – dijo mi padre del otro lado

-Hola papá, ¿pasa algo? Pregunté un poco preocupado, la verdad es que era muy raro que mi padre me haya llamado tan temprano, de hecho, nunca lo había hecho por lo que me sorprendía mucho su llamada.

-No, no te preocupes, discúlpame por llamarte tan temprano.

-No pasa nada, solo dime que quieres – le dije un poco cansado

-hoy me iría de viaje a ecuador, quería mirar por mí mismo la situación de la sucursal de allá, pero se me presentó un inconveniente, ya tengo el boleto para salir hoy a la nueve de la mañana y quiero que vayas tu por mí.

- ¿Es en