¡

Auch!

Fue la queja de Madeline mientras que Marcos le colocaba en la parte afectada una compresa frías para la desinflamación, en ningún momento su hermana se habia separado de su hermana menor, al contrario estaba atenta como una fiera a todos los movimientos  que realizaba el médico. Luego de darle un tónico para el dolor Madeline se durmió al instante. Azucena aliso el cabello negro de su hermana con afecto, mientras que Marcos se deleitó en las mejillas rosadas de Azucena, ella realmente era una mujer hermosa.

Como si ella fuera consciente de su atenta mirada, le devolvió la mirada con molestia, a lo que solo supiro, aún no comprendia porque ella le desagradaba tanto.

 Bueno tenia que admitir que no se habían conocido bajo buenas condiciones, todo lo contrario, hacia todo lo posible por acecharla y obtener su atención pero es que realmente estaba interesado en la dama de hierro.

— Deberiamos dejar a tu hermana descansar, cuando ella se despierte llamaré a alguien para que se las lleve a casa, de igual forma ya mande a un mensajero para que avisen que ustedes dos estan aqui. — sonrió con amabilidad, a lo que Azucena  esbozo una sonrisa amarga.

— A su madre no le va importar donde estemos.

"Su madre". pensó Marcos por la forma despectiva a la que se habia referido a su progenitora

Marcos se quedo divagando en sus pensamientos cuando otra vez regreso a su realidad, volvió a sonreir para no hacerla sentir incómoda.

— ¿Te importaria tomar una taza de té conmigo my lady? — hizo una leve reverencia.

— ¡Encantada!

El salón de principal tenia una forma pintoresca, con algunos cuadros que habia recibido por parte de los amigos de su papá. Azucena se sentó en una silla de madera de caoba mientras sostenia su taza de mármol china, Marcos nuevamente miró a la mujer que tenia enfrente. 

Era hermosa como un jade.

Azucena no era como las paliduchas mujeres de Inglaterra, tenia una belleza casi salvaje, de hermosas curvas, un hermoso cabello como lava ardiendo, el deseaba pasar sus dedos por sus rizados cabellos mientras dejaba que esa lava lo quemará, de unos ojos verdes como los árboles y de labios rosados. Estaba hipnotizado y más en la postura en la que estaba sentada parecia que realmente era alguien de la nobleza. 

Queria saber más de ella: ¿Qué le gustaba, a que le tenia miedo, sus colores favoritos? todo queria saber de ella, tenía que admitir que se estaba volviendo en tan poco tiempo codicioso.

Azucena arrugó sus labios al sentir el sabor del té.

— ¿No te gusta el tė de menta? — preguntó con curiosidad.

— Lo aborrezco con todo mi ser. — respondió con tranquilidad — Me gustan más cuando tiene un toque de miel. — sonrió — Me gustan las cosas dulces.

— Es que usted se mira que es dulce. 

Azucena alzo la ceja de forma incrédula ante sus palabras.

Marcos se ruborizo.

— Lo digo por la forma en la que cuida a su hermana, se nota el cariño con que lo hace — Marcos notó una sonrisa tranquila al ver que hablaba de su hermana — Aunque ustedes son muy diferentes, bueno todos los hermanos lo son — rio pero Azucena no lo hizo.

— Somos hermanas de diferentes madres — respondió sin tapujos, a lo que Marcos se ahogo con su té ante la revelación — Mi mamá murió cuando tenia seis años, y mi papá nuevamente se caso con Úrsula — dijo su nombre con molestia — al año nacio Madeline, y mi otra hermana Andreina. 

— ¿Por que se mudaron a Inglaterra? — preguntó con curiosidad.

— Digame que es lo que sabes de nosotros — pregunto Azucena con interés, pero sabia que detrás de esa pregunta casual se escondia algo más.

— Escuche que ustedes son marqueses de Francia, tienen algunas tierras y por un evento que alguien de su familia vivió decidieron mudarse aqui. — Marcos observó como Azucena se ponia blanca como un papel ante sus palabras — ¿Es usted el motivo del cambio?

Azucena jadeó.

Antes de que Marcos siguiera hablando llego una sirvienta con Madeline caminando a su lado, Azucena inmediatamente se levanto viendo como su hermana hacia un esfuerzo por caminar.

— Tu es fou parce que tu ne te reposes pas — hablo Azucena preocupada al ver a su hermana caminar.

— II est temps que nous rentrions a la maison, lui aussi veut savoir des choses — respondió Madeline con tranquilidad, miró a Marcos y sonrio — Agradezco su hospitalidad, pero nuestro cochero esta aqui — hizo una reverencia y miro a la empleada de nuevo — Me ayuda a subir al carruaje — La señora la ayudo y miró nuevamente a su hermana — Je te donne deux minutes

Madeline salio del salón dejando a Azucena y a Marcos solo, ambos se vieron fijamente, a lo que ella solo le hizo una leve reverencia.

— Muchas garcias por su ayuda. — se dio la vuelta pero el la detuvo.

— Seré directo — hablo serio — Me gustas, y quiero cortejarte

Azucena se sonrojo al escuchar esas palabras, pero negó al instante

— No estoy interesada en usted, asi que esta sera la última vez que me vera.

Azucena se dio la vuelta cuando el en un arrebató la tomo del brazo y cubrio su boca con la suya, desesperado por no dejarla ir estaba ansioso por tenerla, habia algo en ella que lo atraia como la polilla a la luz, y es que el todavia no comprendia el motivo de su atracción hacia ella. Azucena sintio un toque suave de su lengua abriendose a su paso, la atrajo más a su cuerpo mientras la sostenia con fuerza.

Marcos la beso con un hambre salvaje tan inpropia en el, sus nervios ardieron de placer mientras empujaba suavemente cuando escucharon unos pasos. Ambos se separaron mientras ella tenia las mejillas sonrosadas.

— Esto no va a volver a pasar — hablo ella mientras que prácticamente corria del salón.

Tenía que alejarse de él.

(......)

Madeline conocia perfectamente a su hermana, y sabia que algo rondaba por su cabeza, solo que sabia que ella no hablaria fácilmente, asi que uso una de sus mejores tácticas.

La inocencia.

— La mansión del duque de Baltherton no es tan mala, además que el es un buen anfitrión y eso no le quita que sea muy guapo — hablo con picardia viendo el sonrojo en su hermana — escuche en la última temporada que tuvo una prometida, pero que esta huyó con un granjero. Pobrecito debe de haber quedado devastado con esa noticia.

Azucena la miro con interés.

— ¿Qué más has escuchado de el?

Madeline sonrio con sarcasmo.

— No eras tu la que no estaba interesada en el.

— Pues no lo estoy, solo quiero quiero cotillar un poco de el, nada más — se enfurruño al otro lado del asiento del carruaje, Madeline suspiro.

— Era la hija de un dueño de un prestigioso empresario de acá, según las lenguas estaban a dos semanas de casarse cuando paso eso, luego se fue hace un año a Escocia y regreso hecho todo un casanova y conquistando a media mujer en Londres como si fuera colonizador — rio ante sus palabras — ¿Te gusta?

— No, yo aun amo a..... — se quedo en silencio unos minutos — Eso no importa, no estoy interesada en volver a verlo nunca más.

— ¿Es por el, verdad? — preguntó Madeline con cuidado, sabia que hablar de ese tema era muy delicado para ella.

— Si, es por Louis.

...........

Marcos ignoró a todas las mujeres que estaban en el bar cuando escuchó unos chillidos de algunas mujeres, aun tenia en su mente el beso que habia tenido con Azucena, podia sentir los labios de ella con los suyos estaba absorto en sus pensamientos cuando sintió una mano en su hombro.

Levanto la vista cuando vio unos ojos avellanas sonreirle con picardia.

— ¿Antonio?

— ¡Estoy de vuelta amigo mio!

(.........)

ALGUNAS PALABRAS EN FRANCES QUE SALE EN LA HISTORIA.

Tu es fou parce que tu ne te reposes pas (  Estas loca por que no descansas)

II est temps que nous rentrions a la maison, lui aussi veut savoir des choses ( Es hora de que volvamos a casa, el tambien quiere saber cosas)

Je te donne deux minutes ( Te doy dos minutos)

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