Kalil.
No he tenido vida.
Así se resume todo este tiempo, a pesar de que las cosas han mejorado.
No puedo dejar de pensar en ese día, me es imposible concentrarme en cualquier cosa después de esto, y aunque me esfuerzo mucho por recordar, nada viene a mi mente.
Solo rezo, rezo porque esto no sea verdad, porque aun cuando trato de entender, jamás en mis cinco sentidos hubiese tocado a Alinna, simplemente no lo hubiese podido hacer.
Todo esto sumado a la muerte de mi padre, sé que la relación, no fue la mejor, pero Umar era un muro para mí, aun y cuando su forma de gobernar era contraria a la mía, puedo afirmar que aprendí mucho de él.
La cabeza me daba vueltas, todos los días trataba de parecer normal y hacer frente a todo el trabajo de mi país, pero por las noches cuando Saravi me abrazaba, la conciencia me pesaba mucho. Y odiaba sentirme así.
Nadie sabrá de esto