Narra Ciara:
—Recuerdo cuando te sentabas a escucharme tocar, ahora me doy cuenta que amaba tocar para ti, mientras tú no te parabas yo no dejaba de tocar. Ahora que lo v distancia… me gustaba hacerte feliz tocando para ti. Me besó en la mejilla cerca de la boca. Era un momento tan romántico.
—O se besan bien, o vienen y me saludan —escuché a Emmeran gritarme en el oído.
—Emmeran —le gruñó Arlen.
—Hermanito, espero que se hayan reconciliaron bastante, porque hoy eres todo mío. Necesito a alguien que juegue conmigo. Ethan siempre gana y yo necesito a alguien.
Pasaron las siguientes dos horas en la sala de juegos de los Chadburn, hasta que Alina se acercó a mí. —¿Ciara, quieres que te arregle para la boda de tu papá? La miré y negué con la cabeza.
—No, gracias ya nos tenemos que ir. Ethan, Arlen, es hora de irnos.
Emmeran le dijo algo al oído a Arlen y este se puso todo colorado, y le contestó algo que no puede escuchar. Regresamos prácticamente al mismo tiempo que papá, y al haber solo