—Quiero que pienses que acabamos de salir del baile de graduación, tu papá salió a pescar y tenemos la casa para nosotros solos.
El ambiente era altamente sexual. Mientras me decía esas palabras estaba detrás de mí quitándome lentamente la chamarra y acariciaba mis brazos desnudos. Arlen tomó con una mano la botella de vino.
—¿Puedes ayudarme con las copas? Necesito una mano libre para tomar tu mano. Tomé las copas y le extendí mi mano libre. Subimos las escaleras y quedé maravillada cuando abrí la puerta de mi recámara, había miles de luces en la pared, flores en la mesa de noche y un par de velas ar encendidas en el escritorio.
—No pudimos hacer más sin que tu padre se enterara. Espero que te guste.
—Me encanta —le dije volteando y besándolo efusivamente, demasiado efusiva, nuestros dientes chocaron y los dos nos quejamos.
—Tranquila, Ciara, tenemos todo lo que resta de la noche, y si Ethan no despierta temprano, también tendremos la mañana.
—Esperemos que despierte muy, pero